El pasado 20 de junio yo botava mi primer kayak de madera, el Thalassa, la recompensa a un trabajo de muchas horas de lectura, internet, los libros que compre en Inglaterra, preguntando a quien sabe y como no las interminables tardes y noches de invierno mirando, remirando, y a veces arriesgando para obtener cada una de la piezas que conformaron un Kayak de madera.
El dia de la botadura estuvo a disposición de todos aquellos que quisieron probar un kayak diferente y original gestado intégramente en Benicarló. Uno de ellos, mi padre.
Satisfecho con la prueba, ya lo tenté para realizar uno nuevo, pero a la vez diferente.
Si alguna vez habéis hecho un flan entenderéis como hemos empezado la contrucción, peró, ¿alguíen ha contruido una “flanera” a partir de un flan? Ahí esta la cuestión…
Lo habitual es tener un positivo (mi Thalassa de madera) y fabricar un negativo (un molde, vamos) pero esto estaría justificado en una fabricación en serie, que no es el caso.
¿Cómo se hace? Tómese un kayak limpio, delé 12 capas de cera (he leído que con 5 son suficientes, otros que 8,…nosotros, 12, así te aseguras que se va a despegar), entre capas como Karate Kid, dar cera, pulir cera, entre capas 1 ó 2 días…… al final a pincel dos capas de alcohol polivinilico, otro desmoldeante.
Tras ello, a laminar con poliester, 1 capa de velo de superficie y luego 3 capas de matt 300, 1 de velo y a desmoldar, ya tenemos un casco. Este momento es mágico, no sabes si te va a salir lo esperado ó como se dice aquí, “maceta i escarpe” y a intentar sacar al Thalassa de tan fribrosa vestidura. Pero salió, unas cuñas de madera, unos golpes y unos crujidos nos dieron la razón.
El resto es de la misma factura que el Thalassa, mamparos, listones de banda, bao, cubierta, todo en madera, para que quede bien bonito! Y como no lija, lija, lija y muuuucha lija……y aprender y aprender y compartir buenos momentos.
El proceso está bastante avanzado así que en próximas crónicas más….
Un saludo y que el mar os acompañe,
Juan José i Albert Roca