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miércoles, 23 de abril de 2014

Navegando entre lineas


A veces, y con un poco de imaginacion, las lineas de texto en un libro son como las olas que se acercan a la playa, y a veces , a las rocas. Parrafos donde surfear interminablemente, capitulos enteros donde hacer SUP sin tropezar con ola alguna, lineas cortas y escuetas donde hacer un esquimo sorpresivo. Todo un mundo.
Tratar de explicar en un libro toda una vida dedicada al deporte, al piraguismo, a las sensaciones en el agua, alrededor del mundo, puede ser un revolcon entre lineas, o bien una ola perfecta donde dejarse llevar sin casi apoyos.
Marta escribe a Carme, o viceversa. El proximo 12 de Junio en Lleida sabremos el desenlace.
Esto para hacer boca, "a contracorriente", toda una declaracion de intenciones.
( texto extraido de la propia autora )

¿Qué haces a partir de enero?- me preguntó Carme en el turno de preguntas.
-Aún no lo sé, vivo muy al día. Tengo un par de propuestas entre manos pero no descarto volver a dejar que la vida me sorprenda, como acostumbra a hacer conmigo -contesté ante un público expectante.
Había llegado a Lleida para presentar mi primer libro en el Centre Civic de Balafia en las jornadas contra la violencia de género. Recordaba perfectamente que Jos me había hablado de Carme, una mujer que tenía que conocer por su fuerza y espíritu de lucha. Había dedicado toda su vida al deporte, y su pasión y amor hacia el piragüismo habían convertido este ejercicio en su motor de vida, llevándola a viajar por todo el mundo, unas veces como piragüista, otras como entrenadora, dirigente y tantas otras como conferenciante o voluntaria.
Sus días siempre transcurrían entre las aguas, unas veces tranquilas y otras bravas, del deporte. Pasaba por la vida como si se deslizara en su kayak, paleando fuerte y sin rendirse. Se había recorrido el mundo cargada con su piragua, lo que le había permitido conocer gente que, al igual que ella luchaban por un ideal, sin condicionamientos ni prejuicios. Individuos, algunos con discapacidades otros sin ellas, que poniéndose el mundo por montera, nadaban contracorriente para demostrar que la fuerza de un corazón puede superar cualquier barrera. Involucrada por completo en el apoyo a las personas con discapacidad, su lucha se centraba en organizar la representación española de los Juegos paralímpicos de Paracanoe en Río de Janeiro 2016.
Luchadora perseverante y con un sentido del humor que parecía pegado a ella cada segundo de su vida, seguía trabajando y esforzándose cada día por el reconocimiento del piragüismo. Una vida consagrada hacia una meta. Quería gritar al mundo que probasen a subirse a una piragua y disfrutar de la sensación que es adentrarse en el agua, avanzar y flotar para gozar de la libertad que solo la naturaleza es capaz de transmitir. Mujer de aguas tranquilas en competición, mencionaba, “-El kayak de mar no es sólo competir, es salir con amigos, descubrir lugares nuevos, disfrutar la naturaleza, poder desplazarte y defenderse entre todos. Llegar a pesar de las dificultades, es una competición contigo mismo, pero no de salida y llegada. Escuchar el silencio, oscilar con sus corrientes, dejarse mecer por sus bailes y seguir adelante con la única fuerza de tu cuerpo que se traslada suavemente por encima del agua.”
Reinaba en ella una necesidad vital de vivir de acuerdo a sus impulsos, a su naturaleza con independencia de las normas establecidas. Indomable y vigorosa, transmitía su energía a todos aquellos que la rodeaban, dando impulso a muchos de ellos a seguir sus pasos. De mayor quiero ser como tú, le decían.
Aquella tarde, encontré una mujer de acción, con arranque y decisión que me propuso de soslayo escribir sus vivencias. –No me voy a poder negar- dije para mí-. Su determinación y firmeza, fortalecidos por los años, eran tan intensos que supe desde el primer momento que en enero estaría pegada a su piel para trasladar y escribir la historia de un espíritu libre que nació para el deporte y que, gracias a él, ha podido vivir momentos brillantes con la intensidad de quien sabe lo que quiere y disfruta de lo que hace. 
Y la vida me sorprendió de nuevo.

lunes, 7 de abril de 2014

Oropesa-Peñiscola dia 1


La idea de hacer travesias en kayak de mas de un dia de espacio rondaba hacia tiempo por mi cabeza. El mero hecho de dejar al pairo todo y ver como el sol circunscribe el cielo de Este a Oeste o viceversa era una idea magnetica. La idea de mas peso era hacerlo rumbo Sur, como casi todo el mundo hace en esta costa Este, de manera que siempre tuvieras la sensacion de que bajabas hacia el ecuador y pareciera como mas llevadero. Puestos a estudiar vientos y
corrientes en cada epoca del año, lo cierto es que este era y es un rumbo incorrecto. Realmente, el rumbo Norte es que "teoricamente" es mas de ir por casa, vientos predominantes de SE y sus respectivas olas hacian que entrando de popa, todo fuera mas facil.
El 26 de Octubre del pasado año, elegido el dia y el mes por teoria pura, o sea, vientos inexistentes, mar en calma y dia llevadero, un grupo de piraguistas quedamos de forma desorganizada en la playa de la Concha de Oropesa para realizar una travesia de contacto y descubrir una posible ruta divertida con dos dias de navegacion, cena de marineros y anecdotas kayakeras a cuatro bandas. 
Algunos nos conociamos, otros no, y de todo esto se formo un grupo de 15 kayakers con ganas de "descubrir", de alguna manera, la navegacion en grupo y las nuevas pòsibilidades que se presentaban con esta ruta, que cruzaba de Sur a Norte, parte de la provincia de Castellon y dos de sus parques mas emblematicos de linea costera, El Prat de Cabanes y La Serra d´Irta.
Tras las presentaciones de rigor y los preambulos necesarios, fuimos equipandonos para realizar el primer largo que nos llevaria directamente a Casa Artemio, a pie de playa, para realizar el primer beerpoint de la ruta. La salida fue tranquila, el cielo estaba entrecapado de nubes y el mar venia con una resaca suave de levante, NE, que hacia levantar unas olas muy cadenciadas y anchas de menos de 2 metros que aunque parecian inofensivas, sabia que llevaban en su interior mucha masa en movimiento, precisamente por ser tan anchas. Al virar a NE se veia como rompian con violencia contra el cabo de Oropesa y decidimos dejar una distancia de seguridad que permitiera la navegacion sin el fastidioso retorno de olas tan molesto e inestable. El grupo se fue estirando y encogiendo, mientras ya abandonada la costa rocosa, empezo la brisa subida de tono en F4 de componente NE que no presagiaba nada bueno. Fuimos paleando y tragando sal hasta el punto del primer avituallamiento donde una vez en seco, dimos cuenta del B&B (bocata y beer) y de las primeras consideraciones del primer tramo despues de perder a un integrante del grupo. La teoria y la practica son dos ciencias paralelas, entre ellas se puede escribir y decir mucho, incluso cantar.
En el reembarco perdimos  a dos componentes mas, la falta de fondo pudieron mas que las ganas de seguir, y desde luego se tenia que tomar en consideracion a la vista del siguientre tramo, hasta Torrenostra, un largo muy largo con el Prat de Cabanes a toque de pala, un lugar semidesierto y esclusivamente habitado por aves. Un humedal muy desconocido, pero que pasamos de largo a vista de destino y con ganas de estirar las piernas. La entrada en la ensenada fue un poco accidentada, el minimo espacio de aproe junto con las olas de traves un poco traicioneras, hicieron estragos, amen de las algas acumuladas en la playa. Rehidratacion y reembarque de nuevo, tomamos distancias y el reloj iva por un sitio y el sol por el otro, la llegada al final de etapa se preveia entre luces y la situacion siempre puede complicarse, ya de por si, llevabamos una mañana movidita. En este punto se caen dos mas, con lo que ya solo estabamos en el agua 9 de los 15 participantes, el NE movidito y entrando de amura con unas olas bajas,constantes y despeinadas, solo quedaba remar fuerte y no perder las enfilaciones ni puntos de referencia para saber por donde ibamos. El sol ya entraba en sueño y mientras los hombros ya pedian descanso, el cuerpo algo espumoso y algun kayak llevaba mas agua de la cuenta en los estancos, el final se hizo un poco eterno. Por fin, entre dos luces divisamos el punto de desembarco, frente al Camping Tropicana, donde salimos surfeando en busca de una buena ducha.
La llegada es en playa descubierta sin defensas ni resguardos, y el tramo de arena antes de estrellarte contra las piedras es escasamente unos 10 metros, pero en cambio, el porteo al camping es de unos 25 metros, con lo que casi entras directo del surf a la mesa.
Alli nos esperaban los caidos por el camino con cuatro cabañas de madera listas para ser conquistadas. Dejamos todos los pertrechos en zona segura y tras la ducha de rigor y el avituallamiento en el super del camping, nos dispusimos a montar un megapicnic entre las cabañas, donde entre todos montamos un festival de comida no apto para maniaticos donde no faltó la camaraderia y la evaluacion del tramo que acababamos de realizar, analizar el tramo del dia siguiente y de postre tratar de arreglar este maltrecho pais.
Los espirituosos y los venenos fueron haciendo el efecto sedante mientras poco a poco y entrada la madrugada los valientes fueron desfilando a la cama mientras todo se sumia en el silencio de la noche.
Todas las fotos aqui.