
Aparte de la curiosidad de la foto, me quedo con la posibilidad de llevar en el maletero unos remos y sacarlos por las ventanillas en un caso extremo como este y ya de paso probar la flotabilidad del artefacto.
Lo que si queda claro, es que antes de tirar el kayak al agua hay que desatarlo de la baca del coche, no sea que todo el conjunto vaya a parar al mar, y sobre todo, procurar no arrimarse demasiado a la costa no sea que te atropellen de forma sorpresiva.