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martes, 25 de octubre de 2011

La delgada linea curva



Volvemos a escuchar a las sirenas del hormigon. Esta vez con el archifamoso puerto deportivo, su ampliacion y las corrientes marinas de despacho. Parece que la curvatura tiene la culpa de los retrasos, en fin, alguien o algo tiene que "pagar el pato."
Todos los que conocen este lado del Mediterraneo y han nadado en estas aguas durante años se habran dado cuenta de los cambios que se han producido tanto en la costa a nivel de tierra, como a su fondo marino, antes rico en fauna y flora y ahora enterrado en arena en su mayor parte.
Las corrientes predominantes y los temporales de levante han hecho mella irreversible en la costa al sur del Delta del Ebro, amen del aumento progresivo del nivel del mar y de la accion destructiva del hombre y sus fabulosas construcciones. Cada artifio colocado en el lugar donde antes habia mar, provoca al Sur de este, un efecto de erosion continuada que provoca cambios orograficos en la linea costera y cambios irreversibles en el fondo marino y en sus habitantes. El estudio de las corrientes marinas parece no ser tenido en cuenta con demasiado interes y solo la preocupacion de colocar los diques, muelles y arrecifes artificiales para proteger el lado NE de los puertos es lo que prima y no todo lo demas.
Ahora, los estudiosos de Madrid, dicen que la modificacion de un puerto afecta a la zona norte de este, cosa interesante si viene desde un estamento tan importante como Costas del Estado, que posee en su nomina a importantes ingenieros de secano y vara. A ver si nos enteramos... la regresion de la costa Norte de Peñiscola no viene por la modificacion del Castillo de Peñiscola, cosa imposible de mover, sino por la prolongacion del dique de levante del puerto de Benicarló construida hace algunos años, y que ha provocado cambios en las corrientes marinas y la incidencia sobre la linea de playa. La regresion en la costa norte de Benicarló tambien ha ocurrido como consecuencia de la ampliacion del puerto de Vinaros hace años, pero esta costa, a diferencia de la anterior, es de piedra y no de arena.
Seguimos vacilando al tiempo y a las personas, y la naturaleza se rige por su propio reloj, al margen de ministerios y proyectos.
Pero tambien tengo que confesar una cosa: nunca crei que la playa de La Parreta desapareciera para siempre bajo el hormigon del puerto deportivo, pero así fue.
Siempre perdemos, pero de la derrota no se aprende. Será por que el sudor es ajeno?
mas info en el 7 dies,nº 360.