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jueves, 16 de agosto de 2012

La Batidora


Salir a remar en medio de una tormenta es salir a divagar con uno mismo. Que si las nubes no descargaran demasiado, que las olas no romperan demasiado afuera, que el viento mantendra sus corceles atados,... siempre pensando que no es una buena idea y que cualquier otro dia habria sido mejor.
Salir en verano por la tarde en esta parte del Mediterraneo, es salir a trasluchar con el SE, ( Garbí), con un F3-4 sostenido durante las horas solares, amainando en la puesta hasta la calma al anochecer. Esto es lo habitual en condiciones "normales", es decir, dia soleado, temperaturas cercanas a los 30 y altas presiones instaladas en el mar.
La pasada semana, una salida al atardecer con nubes abundantes como compañia, sin sol tostando y con ganas de remar, se convirtió en un baile de espuma en menos de 1 segundo. La tormenta, sin truenos, pasó por el interior barriendo la costa de Norte a Sur y descargando en zonas puntuales con ganas. Pasó rapida, muy rapida. Con el casco ya metido en el agua, la decision a primera vista no era incorrecta, sencillamente todo parecia que se iba a quedar en un chaparron de verano que se desvaneceria en cualquier punto del horizonte, y el viento seguia marcado con fuerza de SE. Mientras remaba en direccion a la roca, el viento iba subiendo y levantando ya olas de mas de 1 metro. El Tsunami 160 iba metiendo la proa bajo el agua en cada ola y poniendome de sal hasta las orejas.El rumbo era abierto aproando a cresta y con deriva a costa, mientras, en la Serra d´Irta se iba enegreciendo el cielo y se vislumbrava unos aguaceros de bandera. La tormenta se estaba cebando con las montañas y yo celebrandolo, ya que hacia mucho tiempo que no llovia. 
En unos minutos las nubes se metieron en el mar sin dejar de descargar, pasando por detras del castillo y con intencion de desaparecer en alta mar. En segundos, el SE arreció a las bravas metiendose en F5 y levantando borreguillos a mansalva, poniendose las cosas feas. Estaba a menos de 2 millas a refugio de la roca y dar la vuelta ya no era "inteligente". Meti pala para no perder tiempo mientras una motora a la deriva cruzaba por delante del kayak con cuatro grumetes que no podian arrancar maquina y se metian seguro en seco por la playa. No pidieron ayuda, y hechar el ancla tampoco parecia estar en sus planes. Los perdi de vista.
La tormenta, ya metida de lleno en el mar, no paraba de descargar y tenia un rol ascendiente a Norte, lo que hacia del mar un extraño acompañante. En efecto, en un segundo, desaparecen los borreguitos y para el viento en seco, para al instante, entrar de lleno un NE en F5. El kayak da un giro de 90 grados dejandome al pairo durante unos instantes hasta que consigo meter el viento en popa y cabalgar las olas, que ahora han cambiado de direccion pero no de tamaño, y meterme de lleno en la ensenada de la playa norte.
La batidora se forma en el mar cuando una baja se mete en zona de altas, a menor temperatura con respecto al agua del mar, generando vientos concentricos y cambiantes, levantando olas y rompiendo el mar. Una experiencia para probar, si todo sale bien claro.
La vuelta fue otra vez a contraola, entrando de amura y bajando de intensidad a medida que el sol bajaba su arco luminico. La tormenta se disipó y el mar regaló una encalmada a la puesta, placentera.
Mas fotos aqui.

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