Despues de que el pasado Febrero, el prat de Peñiscola fuera casi arrasado por las llamas, con algo mas de 25 hectareas quemadas y unas perdidas en biodiversidad incalculables, es ahora cuando empieza su lenta recuperacion natural.
Casi dos meses despues, hemos estado a pie de incendio para comprobar que una vez mas, la naturaleza empuja lentamente a la humanidad hasta su limite inicial. La capacidad de regeneracion de esta zona, un humedal catalogado por el Ministerio de Medio Ambiente e incluido dentro del programa LIFE de la Union Europea, es espectacular. La zona muestra ahora al desnudo toda su extension y todo su contenido. Algo que solo se podia observar desde Google Maps o navegando en Kayak por su interior, aparece con esa doble tonalidad oscura-verde, del fuego y de los nuevos brotes que empiezan a despuntar en espera de que las aves vuelvan a anidar en esta pequeña reserva un año mas. La visita a esta zona para navegar y ver estos resultados se hace necesaria, es ahora cuando se puede acceder a los "ullals" donde se puede observar las fuentes subterraneas que alimentan este prat, verdaderas pozas de mas de 12 metros de profundidad, agua dulce y transparente que alimentan hidricamente todo este complejo de vida.
De la misma manera que el fuego ha dibujado este paraje, otro elemento se ha unido a este para dejarlo marcado y reducir la calidad de este ecosistema. Una pasarela interminable de madera ha sido instalada vertebrando el prat una vez mas. Una zona sobreelevada con accesos a las zonas de nidificacion y observadores a las pozas hacen de este espacio un lugar demasiado visitado, poco vigilado y muy degradado. Poco inteligente para preservar, una lastima, otro humedal invadido.
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