A medida que las fechas se acercan vas repasando camino, pero tambien vas cerrando puertas.
Cuando tuvimos la primera reunion en Alicante y sacamos conclusiones durante el viaje de vuelta, creo que todos pensamos que el paso que acababamos de dar era mas grande que la decision de participar en este reto desde el principio.
Las cosas se piensan, se deciden, se preparan y se realizan,... y asi fué como entramos de lleno en esta aventura que nos llevó a hacer un viaje por este Mar Mediterraneo que tanto queremos. El mero hecho de realizar una travesia en aguas abiertas sin tierra a la vista y con un monton de incognitas como es el mar, el viento, la noche y todas las variables posibles era un canto de sirena inescusable. Realizar esta travesia junto a los nadadores del club RC7, un grupo humano con las mismas convicciones, con los mismos miedos y por la mejor causa que una persona pueda necesitar, como lo es la propia vida, nos hacia mas fuertes.
Detras estaba AEAL, una asociacion de supervivientes de cancer, esa palabra esquiva que rehuyes en cuanto suena, pero que tan cerca esta de cualquiera de nosotros.
Un grupo de gente que hace que te sientas desafortunado, solo por el hecho de repartir alegria a raudales, abrazos por doquier, sonrisas infinitas y vitalidad en cantidades industriales. Gente que ha pasado de pasear por praderas de vitalidad y caer de repente en una trinchera interminable en medio de un fuego cruzado de ejercitos invisibles. Gente que ha vencido a sus propios miedos a base de luchar y luchar por repetir los paseos por la playa, los viajes por el mundo y respirar el aire fresco del invierno. Un grupo de gente que te mira a los ojos en busca de un espejo, de un reflejo, de una complicidad, de tu propia luz. Gente que quiere.
Para nosotros, implicados por los cuatro costados en este reto, nos parecio la causa mas noble que pudiera imaginarse, el hecho de participar como piraguistas al lado de nadadores convencidos de que cubrir toda esta distancia era una manera de vencer todos los miedos, era la simbiosis perfecta para que esta aventura tuviera un buen final.
Los preparativos para realizar nuestro reto empezaron hace algunos meses, preparando calendarios, estudiando distancias, investigando equipacion y sacando conclusiones rebatibles, esquemas incompletos y proyectos en bruto. Primero habia que saber cuantos remeros y cuantos kayaks hacian falta para realizar los turnos de 24 horas durante 3 dias de manera que la aventura no se convirtiera en una maraton para que el primer dia no nos quedaramos en cuadro.
La decision creemos que fue la acertada, tomando como referencia que si algo fallaba teniamos margen de maniobra con el resto del equipo. La decision fue de 2 kayaks de travesia ( Rainbow Laser) y 5 remeros. La cuestion era tener un kayak de relevo o emergencia por posible rotura y un remero de reserva por lesion de cualquiera de nosotros. En principio eran relevos de 3 horas, dos veces al dia, con lo que la matematica no fallaba, pero con el 5º remero los turnos eran mas cortos y con el 2º kayak se podia apoyar o no en momentos de necesidad.
El equipo se completo con los 5 chalecos, 5 palas y 5 cubres de cada uno para preservar la comodidad de lo tuyo y el material periferico tambien.
El talon de Aquiles era la seguridad, tanto propia como de los propios nadadores, ya que , aunque tuvieramos apoyo de embarcaciones mayores, como los motoveleros, las motoras y las embarcaciones rapidas, los verdaderos elementos de primera linea de nado eramos nosotros, con lo que nuestra posicion en este aspecto era de primer recurso. La posibilidad de encontrarnos con malas condiciones de meteo, olas, viento, bancos de medusas u otros peces de mal aspecto, embarcaciones al cruce de mucho calado, objetos flotantes, balizas, boyas, redes, etc.. nos puso a pensar y a exprimir las posibilidades, que todas fueron tenidas en cuenta.
La noche era otro punto de preocupacion, las 8 horas de ventana negra hacian que muchas de las decisiones que se tomarian a pie de mar fueran decisivas para todos, para las embarcaciones, para los remeros, para los nadadores y para la organizacion. Habia muchas incognitas para tomar en cuenta, relevos desde embarcacion, iluminacion y balizado, comunicaciones, coordinacion con otras embarcaciones, rumbos, distancias, etc.. al final, la teoria y la practica difieren un poco en en resultado que no en su origen.
El tiempo fue pasando, las comunicaciones con la organizacion fueron limando esas diferencias de perspectiva y los contratiempos y la ilusion fueron llenando esos huecos tan grandes que se crean en proyectos tan complejos. Las noticias iban y venian sumando y restando, nosotros probando, analizando y recopilando. La cosa estaba cerca y los billetes de Balearia ya estaban en nuestras manos, la cuenta atras habia empezado y la carrera por el reto no permitia retiradas a tiempo.
En nuestras mochilas habia mas incertidumbre que arena en el desierto, pero mas ilusion que agua en el mar.
Cuando tuvimos la primera reunion en Alicante y sacamos conclusiones durante el viaje de vuelta, creo que todos pensamos que el paso que acababamos de dar era mas grande que la decision de participar en este reto desde el principio.
Las cosas se piensan, se deciden, se preparan y se realizan,... y asi fué como entramos de lleno en esta aventura que nos llevó a hacer un viaje por este Mar Mediterraneo que tanto queremos. El mero hecho de realizar una travesia en aguas abiertas sin tierra a la vista y con un monton de incognitas como es el mar, el viento, la noche y todas las variables posibles era un canto de sirena inescusable. Realizar esta travesia junto a los nadadores del club RC7, un grupo humano con las mismas convicciones, con los mismos miedos y por la mejor causa que una persona pueda necesitar, como lo es la propia vida, nos hacia mas fuertes.
Detras estaba AEAL, una asociacion de supervivientes de cancer, esa palabra esquiva que rehuyes en cuanto suena, pero que tan cerca esta de cualquiera de nosotros.
Un grupo de gente que hace que te sientas desafortunado, solo por el hecho de repartir alegria a raudales, abrazos por doquier, sonrisas infinitas y vitalidad en cantidades industriales. Gente que ha pasado de pasear por praderas de vitalidad y caer de repente en una trinchera interminable en medio de un fuego cruzado de ejercitos invisibles. Gente que ha vencido a sus propios miedos a base de luchar y luchar por repetir los paseos por la playa, los viajes por el mundo y respirar el aire fresco del invierno. Un grupo de gente que te mira a los ojos en busca de un espejo, de un reflejo, de una complicidad, de tu propia luz. Gente que quiere.
Para nosotros, implicados por los cuatro costados en este reto, nos parecio la causa mas noble que pudiera imaginarse, el hecho de participar como piraguistas al lado de nadadores convencidos de que cubrir toda esta distancia era una manera de vencer todos los miedos, era la simbiosis perfecta para que esta aventura tuviera un buen final.
Los preparativos para realizar nuestro reto empezaron hace algunos meses, preparando calendarios, estudiando distancias, investigando equipacion y sacando conclusiones rebatibles, esquemas incompletos y proyectos en bruto. Primero habia que saber cuantos remeros y cuantos kayaks hacian falta para realizar los turnos de 24 horas durante 3 dias de manera que la aventura no se convirtiera en una maraton para que el primer dia no nos quedaramos en cuadro.
La decision creemos que fue la acertada, tomando como referencia que si algo fallaba teniamos margen de maniobra con el resto del equipo. La decision fue de 2 kayaks de travesia ( Rainbow Laser) y 5 remeros. La cuestion era tener un kayak de relevo o emergencia por posible rotura y un remero de reserva por lesion de cualquiera de nosotros. En principio eran relevos de 3 horas, dos veces al dia, con lo que la matematica no fallaba, pero con el 5º remero los turnos eran mas cortos y con el 2º kayak se podia apoyar o no en momentos de necesidad.
El equipo se completo con los 5 chalecos, 5 palas y 5 cubres de cada uno para preservar la comodidad de lo tuyo y el material periferico tambien.
El talon de Aquiles era la seguridad, tanto propia como de los propios nadadores, ya que , aunque tuvieramos apoyo de embarcaciones mayores, como los motoveleros, las motoras y las embarcaciones rapidas, los verdaderos elementos de primera linea de nado eramos nosotros, con lo que nuestra posicion en este aspecto era de primer recurso. La posibilidad de encontrarnos con malas condiciones de meteo, olas, viento, bancos de medusas u otros peces de mal aspecto, embarcaciones al cruce de mucho calado, objetos flotantes, balizas, boyas, redes, etc.. nos puso a pensar y a exprimir las posibilidades, que todas fueron tenidas en cuenta.
La noche era otro punto de preocupacion, las 8 horas de ventana negra hacian que muchas de las decisiones que se tomarian a pie de mar fueran decisivas para todos, para las embarcaciones, para los remeros, para los nadadores y para la organizacion. Habia muchas incognitas para tomar en cuenta, relevos desde embarcacion, iluminacion y balizado, comunicaciones, coordinacion con otras embarcaciones, rumbos, distancias, etc.. al final, la teoria y la practica difieren un poco en en resultado que no en su origen.
El tiempo fue pasando, las comunicaciones con la organizacion fueron limando esas diferencias de perspectiva y los contratiempos y la ilusion fueron llenando esos huecos tan grandes que se crean en proyectos tan complejos. Las noticias iban y venian sumando y restando, nosotros probando, analizando y recopilando. La cosa estaba cerca y los billetes de Balearia ya estaban en nuestras manos, la cuenta atras habia empezado y la carrera por el reto no permitia retiradas a tiempo.
En nuestras mochilas habia mas incertidumbre que arena en el desierto, pero mas ilusion que agua en el mar.
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